El siguiente artículo, ha sido publicado en las Actas de las II Jornadas de Jóvenes investigadores del Valle del Duero. "Del neolítico a la Antiguedad Tardia" organizadas por la Asociación Científico-Cultural Zamora Protohistórica, con la colaboración de Tras las Huellas del Tiempo, y celebrado en el Museo de León.
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INTERCATIA, EL ESTADO DE LA CUESTIÓN:
El
objetivo de este estudio es en primer lugar, hacer una sinopsis de los
diferentes yacimientos donde se ha situado la ciudad vaccea de Intercatia a lo largo de la historia.
Posteriormente, nos centraremos en la investigación de diversos yacimientos situado en el territorio
vacceo, que gracias a los estudios de
diversos arqueólogos e historiadores, y la información aportada por
inventarios, prospecciones y excavaciones arqueológicas, nos demuestran una
cierta entidad como poblamiento del hierro. Usando las fuentes históricas, la
ubicación de los yacimientos conocidos, los posibles lugares donde se situaría Intercatia, etc. El objetivo final es
aportar un poco más de claridad en el estudio de este yacimiento que ha sido
ubicado en más de 50 lugares y en tres provincias (Zamora, Valladolid y
Palencia)
Abstrac
The aim of this study
is to summarize the various sites where the city is located in Intercatia vaccea throughout history. Subsequently, we will focus on the
investigation of several sites located in this area, thanks to studies of
various archaeologists and historians, and the information provided by
inventories, archaeological surveys and excavations, we demonstrate a certain
entity as iron settlement. Using historical sources, the location of the known
deposits, the possible places where you would place Intercatia, etc.. The
ultimate goal is to provide a little more clarity in the study of this deposit
has been located in over 50 locations and in three provinces (Zamora,
Valladolid and Palencia)
Estudio de las fuentes clásicas:
La
ubicación de la Intercatia vaccea, ha
llevado a diversos estudiosos a situarla en multitud de lugares, uno de los
principales problemas para su ubicación, ha venido de las fuentes clásicas, puesto que no han
descrito claramente un medio físico reconocible en la actualidad.
Polibio,
(34,9,13) cita entre las ciudades vacceas
Intercatia, más adelante lo hará Estrabón,
(3,4,13), un momento destacado será el asedio de Licinio Luculo, donde se narra el combate entre Escipion y un guerrero del lugar, que
también lo recogerán otros historiadores como Tito Libio (per. 48), Valerio Máximo (3,2,6), Veleyo Paterculo (I, 12,4), Aurelio Victor (De viris ilustribus,58), y Ampelio (22,3), obteniendo la corona muralis.
Apiano,
dejará testimonio de toda la campaña realizada por Licinio Luculo, donde después de tomar la ciudad de Cauca, se recorrerá una gran extensión
de tierra deshabitada, para llegar al lugar donde se habían refugiado más de
20.000 infantes y 2.000 jinetes, en un asentamiento con muralla. Antes del
ataque, se llevará a cabo una campaña de saqueo en el ager, que dejará sin recursos las campiñas de la zona. Parece ser,
que por el desconocimiento de la zona, un grupo de romanos deberán de escapar
de las huestes vacceas, cayendo en una cisterna de agua, donde muchos morirán
ahogados. Luculo intentará firmar un tratado, pero desconfiando de los
acontecimientos de Cauca, tendrá que
ser la garantía personal de Escipion
Emiliano, quien solucione y desarrolle un pacto entre intercatienses y
romanos. Por ello los vacceos de Intercatia, deberán entregar a Roma,
10.000 saga, 50 rehenes, y un número
determinado de cabezas de ganado. Además se intentará que pagasen sus ofensas a
Roma en oro y plata, pero la pobreza de las gentes de la meseta, hará que esta
parte del pacto no se cumpla.
Ptlomeo
dedica a las ciudades vacceas el capítulo II,6,49, de su obra, donde se recogen
20 ciudades, situando Intercatia
entre Bargiacis, que pudiera ser Valderas,
y Viminacium, que pudiera ser Calzadilla
de la Cueza. Tampoco podemos olvidar el Ravennate, a pesar de ser una
cosmografía ya del siglo VII d. C., donde se sitúa a Intercatia entre Abullobrica,
y Palentia, donde podemos intuir otra
de las vías utilizadas en la época de conquista. (Hernández 2010: 964-967)
Un
momento destacado en el desarrollo histórico del pueblo vacceo, son las campañas de Estatilo
Taulo, y Apuleyo en el año 29 a .C. Después de la
sublevación de los vacceos, en el 56 a .C. reducida por Metelo, este pueblo siguió manteniendo
su libertad, contentándose los romanos
con que mantuviesen sus límites territoriales y no ocasionaran problemas. Será
en el año 29 a .C.
cuando Roma pretenda tener una posesión más destacada en los territorios del
noroeste peninsular, por lo que se efectuará la campaña de conquista del área
vaccea. El escenario clave será el valle del Duero y el valle del Pisuerga,
donde se indica que se conquistó en un primer momento desde Septimancas,
hasta Pallantia, es decir, el interfluvio
entre el rió Duero y el Pisuerga. Y dos años más tarde, se atacará y se
conquistará Intercatia. (Romero et al. 1997:37) Lo que podría sugerir
que este asentamiento estuviera alejado del valle del Pisuerga.
La
importancia del Itinerario Antonino (213 d. C.) para rastrear Intercatia, viene abalada por las
distancias que aporta entre las diferentes
ciudades. Sin embargo, no queda claro que estos datos sean los
correctos. Gonzalo Arias, en su estudio consideraciones al itinerario Antonino,
deja constatadas las irregularidades y los bruscos cambios de dirección de
mucho de los caminos propuestos. Según la clasificación que dará E. Savedra, Intercatia aparece en la vía número
27, (ab
Asturica per Cantabria Caesaraugusta) donde se encontraría entre la masio de Brigeco, y la de Tela. El
problema fundamental, es que todavía no está clara la adscripción de estas dos
ciudades, puesto que a pesar de los estudios mediante la fotografía área
realizados por Julio del Olmo, que podrían situar Brigeco, en Fuentes del Ropel, todavía no hay una clara situación
de Tela.
Estudio de las fuentes
arqueológicas:
Intentaremos
ahora, analizar algunos de los yacimientos y su entorno, situados
principalmente en el sector de Tierra de campos, que podrían tener algunas características
para ser la Intercatia vaccea de las
fuentes.
El
teso de San Mames (Villalpando): Es uno de los yacimientos más occidentales de
nuestro estudio, y está relativamente cerca de Fuentes de Ropel. Por lo que no
mantendría las millas que se citan en el Itinerario Antonino. El teso de San Mames se encuentra en una
horquilla fluvial, con buena visibilidad hacia los yacimentos del hierro II
cercanos como son, Fuente Salinas y Socastro o castro de las bodegas en
Villamayor de Campos. Su extensión quizás no llegaría para destacarlo como un
fuerte oppidum. Tampoco presenta
murallas visibles, pero sí se pueden rastrear diversas lagunas cercanas. El actual
trazado de la carretera que conduce a Villanueva del Campo, ha dañado el
asentamiento, permitiendo apreciar en los cortes producidos por la cuneta, la
estratigrafía del yacimiento; constituida por dos niveles de adobes, situados a
un metro de profundidad aproximadamente, que deparan cerámicas a mano tipo Soto,
restos de fauna y algún fragmento de molino barquiforme. Sobre esto, se
advierte abundante cerámica Celtibérica, ya en superficie, entre la que Martín
Valls (1995:173) menciona la recogida de un fragmento de colgante con
decoración de círculos estampillados. Sevillano cita la aparición de tejas
romanas a partir de una noticia oral (1978:337). Con estos datos, podemos intuir la ocupación
del enclave durante toda la Edad
del Hierro. Además, podemos destacar la fundación romana bajo el
actual pueblo de Villalpando.
Castroverde de Campos (La Carralina): Este término municipal se encuentra en una
encrucijada natural entre dos pasos: uno, este-oeste, y el otro en dirección
norte que se aprovecha desde época antigua. El núcleo prerromano pudo estar
asentado sobre un cerrillo próximo al río Valderaduey. Gómez Moreno intuye la
situación de la ciudad indígena de Intercatia,
basándose en las distancias viarias, aunque no hay ningún descubrimiento
arqueológico que pueda confirmas esta hipótesis (Gómez Moreno, 1980: 46-47).
Más tarde, diversos autores citarán Castroverde como mansio de la vía de Asturica
a Caesaraugusta por Cantabria. Rivera
Manescau descubrió restos romanos en el cenizal, así como un puente y caminos
interesantes que unirían los valles del Valderaduey y del Esla. Este puente de
piedra, situado a la salida del pueblo, en la carretera comarcal
Castroverde-Valderas será identificado por diversos autores, como Wattenberg,
García Merino y Sevillano, de época romana; mientras que Larren propone una
cronología medieval, entre los siglos XIII y XIV sin descartar un momento
romano, considerando la existencia de un trazado viario. Según Wattenberg,
Castroverde se sitúa en el cruce de dos vías romanas, la principal que iría de
Zamora a Sahagún, y la secundaria de Valderas a Villamuriel de Campos, opinión
no compartida por J. M. Bragado. Para
acceder al yacimiento, desde Castroverde de Campos se toma el camino de
Rabanales Nuevo al Curón, que sale con dirección S de la carretera de
Castroverde a Villanueva del Campo, a unos 3,3 Km encontrándose el yacimiento.
Está emplazado en una suave loma en la vega del río Valderaduey, en su margen
derecha. (I.A.P.Z. Rubio Carrasco, P. 1992) La excavación arqueológica de 1992
en la Carralina ,
nos dejan constancia de restos de cerámica bruñida hecha a mano. Si nos fijamos
en la economía de las gentes de esta zona, podemos relacionarlo con los
diversos molinos barquiformes, lo que nos permite atestiguar una clara
actividad agrícola. La excavación se planteó debido a la destrucción, que los
trabajos agrícolas estaban ocasionando al yacimiento; Ya había sido atestiguada
la presencia de elementos romanos en esta zona, y se había podido observar
restos de pavimento musivario. (Rubio Carrasco et al. 1992:79-93) Se trazará un nuevo sondeo al sur de la
carretera nueva de Rabanales, donde se habían observado diversos fragmentos de
cerámica romana, dando como resultado la aparición de un muro, se realizaron
además, diversas prospecciones en los alrededores del yacimiento, que dará como
resultado abundante material arqueológico de diversas épocas. De momentos
prerromanos se recuperaron cuarenta y dos fragmentos de cerámica a mano, en su
mayoría bruñida, son escasos los decorados, y los motivos son comunes a varios
momentos cronológicos, por lo que es difícil adscribirlos a un momento
concreto, por el hecho de que aparezca un pie realizado, hace pensar que uno de
esos momentos sea La Edad
del Hierro. Otros dos fragmentos de cerámica a torno, de época celtibérica, uno
decorado con líneas paralelas pintadas, y el otro un borde tipo “palo de golf”.
Parece clara la confirmación de un yacimiento prerromano en Castroverde, sin
embargo, no se puede asegurar con los datos obtenidos, el emplazamiento de Intercatia en esta villa, puesto que no
hay infraestructuras q ue así lo indicasen.
Ceinos
de Campos: Parece claro que en esta zona tenemos múltiples yacimientos con
restos de cerámica del hierro. La cerámica a mano tipo Soto se ve en abundancia
en la zona del Castillo, en Fuente Santiago y en el Ejido. Tanto en la zona de
Ceinos de Campos como de Aguilar de Campos, podríamos entroncar la teoría de
Jorge Santiago Pardo, que explica la celtiberización del territorio vacceo a
partir de movimientos arévacos. (Santiago 2002: 62-63) Las murallas de este opidum podrían estar constatadas, puesto
que según Madoz, Ceinos albergaba dos castillos o fortificaciones, uno en cada
monte, donde se encuentra cerámica a mano tipo Soto. La Fuente de Santiago
estaría situada en la ruta desde Cauca a
Legio, teniendo una extensión de 35
ha. Sin embargo, no se encuentran restos arqueológicos de presencia romana como
para albergar una ciudad.
Montealegre:
el oppidum vacceo de Montealegre, no
solo se centra en el cerro del castillo, sino que hay que llevarlo a tierras de
alrededor, y prácticamente a toda su actual población. Tenemos ante nosotros un
yacimiento que se funda en la primera Edad del Hierro, donde se han podido comprobar
muros de adobe de hasta 6 m. y una posible empalizada, siendo estas estructuras
muy similares a las del yacimiento Soto de Medinilla. Las últimas excavaciones
han dejado constancia de los diferentes tipos de vivienda que se daban en época
vaccea, ovaladas y rectangulares que conviven durante los siglos IV y III a.C. Se
ha estimado que este asentamiento podría alcanzar las 49 has. Entre los años
2008 y 2010, la superficie excavada ha sido de 1100 m cuadrados, en la Casona y
San Nicolás, dos solares dentro del actual municipio. Los datos obtenidos han
apoyado la existencia un urbanismo planificado, con construcciones domésticas
dispuestas a ambos lados de las calles, que siguen una cierta curvatura, siendo
prácticamente la misma que sigue la lengua del páramo. Hoy en día no está
constatada la presencia de muralla, pero parece que la confluencia de las
calles hace pensar en que la parte más desprotegida, y de menor altura, tendría
una empalizada, muralla o punto defensivo. (Blanco et al. 2010:78-82)
Paredes
de Nava (La ciudad): Este extenso yacimiento se viene conociendo desde el siglo
XIX cuando diversos eruditos locales, hacían acopio de múltiples restos
arqueológicos para sus colecciones privadas, que hoy en día algunas de ellas
todavía persisten. Será G. Nieto, en 1942 quien intente realizar una excavación
arqueológica con el objetivo de hallar un gran yacimiento, pero los resultados
no le serán favorables, quedándose en el olvido el estudio de este asentamiento
de época del hierro. A pesar de ser restos cerámicos registrados fuera de
contexto arqueológico, en el museo de Palencia se puede constatar abundante
cerámica típica vaccea, con motivos geométricos, y bases vueltas designadas
como “cabeza de pato”. Ingentes cantidades de materiales se han ido recogiendo
de la Ciudad, piezas típicas del inventario vacceo como las canicas, las pesas
de telar, y diversos elementos de metal, como hebillas, fíbulas, broches, etc.
La
dispersión de este asentamiento de más de 50 has, donde hay un dominio efectivo
del entorno, una estructura urbana muy desarrollada y dos líneas de muralla que
lo defienden, nos hace pensar en un muy destacado
oppidum vacceo. Además, en época
romana parece tener una destacada relevancia económica, que se puede ver el la
circulación monetaria y en los elementos de ajuar encontrados.
Si
bien, para que se encontrara aquí Intercatia,
su disposición geográfica haría que variase mucho el trazado de la vía XXVII,
aunque como bien hemos indicado anteriormente hay una gran cantidad de autores
que desvinculan el itinerario antonino a un recorrido lineal. (Abarquero y
Pérez 2010:171-192)
Hay
otros muchos lugares donde se han ubicado Intercatia,
desde tiempos muy tempranos, este es el caso de Aguilar de Campos, donde ya, a
finales del siglo XVI Ambrosio Morales,
autor de las crónicas de España, realiza un cálculo matemático de las millas romanas,
para terminar situando la ciudad romana en este lugar. Será Federico
Wattemberg, quien nos aporte datos arqueológicos, para demostrar la importancia
de este enclave, puesto que se podrán observar vestigios de época romana. Y con
las últimas investigaciones también del Hierro.
Consecuencias del análisis de las
fuentes clásicas y arqueológicas:
El
espacio que nos marca las fuentes clásicas, nos hace centrarnos en el mundo vacceo, que cuenta con una extensión de más de 32.000
Km cuadrados. En todo el territorio de la cuenca sedimentaria del Duero, se
conocen 63 núcleos de población de la II Edad del Hierro, que debieron ser
sincrónicos en su totalidad, hasta que muchos de ellos desaparecieron a
principios del siglo I a.C. Son núcleos distantes entre sí, y sus distancias no
son regulares, pueden variar entre unos 10 Km de media en Tierra de Campos, y
20 Km al este del Pisuerga. Además, dejan amplios vacíos, y se concentran y
adaptan a las diversas redes fluviales. Las tierras al sur del Duero, fueron un
desierto poblacional que separaba Cauca y
Nivaria de las otras urbes vacceas.
Como bien indican las fuentes clásicas al relatar las campañas de Licinio Luculo. Sin embargo, en la llamada
Tierra de Campos, habría buenas condiciones para el aprovechamiento agrícola,
como así nos lo hace ver la cantidad de yacimientos que podemos encontrar:
Montealegre, Tiedra, Mota del Marqués, Medina de Rioseco, Tordehumos, etc… Pero
de todos estos yacimientos solo tenemos Montealegre y Tiedra como grandes
núcleos de población y con una incuestionable entidad urbana, que podrían
controlar al resto de asentamientos que se sitúan en una franja de 3 a 6 has.
(Sacristán 2011:186-191)
Fuentes epigráficas:
Tradicionalmente,
las tierras situadas alrededor de Paredes de Nava, vinculadas al yacimiento de
la Ciudad, han sido expoliadas desde el siglo XIX, dando lugar a un comercio
ilegal extendido hacia las provincias limítrofes. Si bien, muchos son quienes
hacen pertenecer a este asentamiento dos téseras de hospitalidad, aparecidas
fuera de contexto arqueológico, pero que nos da pie a pensar en la posibilidad
de situar la intercatia romana en el
yacimiento de la Ciudad.
La
primera de ellas, nos presenta un pacto firmado el 4 de Marzo del año 2 a.C.
entre el intercatiense Aces Licirnio
y la ciudad de Pallantia. Hoy en día
esta pieza está en paradero desconocido. (Amo y Pérez, 2006: 68-70; Fita,
1888).
La
siguiente pieza en importancia es el pacto entre un turiasonense, Marco Tito
Fronto y el pueblo intercatiense,
con el mismo derecho y la misma ley que los intercatienses.
(Castellano
y Gimeno, 1999)
La recuperación de dos téseras de
hospitalidad en las que aparece escrito el gentilicio intercatiense: que
redacta un pacto entre un intercatiense y la ciudad de Pallantia,
y la última publicada donde aparece Tito Fronto, un personaje de origen turiasonense
gentilicio de Tarazona, y el pueblo intercatiense, hace plantear a sus investigadores, que ambos documentos acabaran perdidos
precisamente allí donde más posibilidades tenían de hacerlo, bien en el punto
de origen de uno de los contratantes en el primer caso, bien en la propia
ciudad donde se había suscrito en el segundo. (Abarquero y Pérez 2010:191-192)
Según
Blázquez, y centrándose en las tesaras de hospitalidad, nos menciona la manera
de romanizar esta zona de la meseta norte, descrita por Plinio. La política de Roma que consistía en los populi de comunidades políticas
independientes, que habrían sido dominadas por los conquistadores, al hacerles
entrar en la órbita como estipendiarios, les constituían como organismos
primarios de administración provincial romana, pero sin hacerles perder su
antigua estructura. Así lo hace ver con las dos inscripciones de la antigua Intercatia, para él, en Paredes de Nava.
Estos oppida poseían una personalidad
autónoma en muchos órdenes.
Consideraciones sobre la vía XXVII:
Tradicionalmente
se ha venido teorizando sobre los tramos y su distancia en millas que aporta el
itinerario Antonino, son muchos autores, los que muestran sus dudas para
localizar algunas de estas poblaciones, ya que la suma de las millas de todas
las mansio, no cubriría la distancia
real hasta Clunia.
Un
ejemplo claro lo tenemos en las XX millas
que nos indican desde Brigeco hasta Intercatia, puesto que no nos
encontramos con ningún yacimiento que cumpla las condiciones necesarias para
poder comparar con los datos que nos dejaron los autores clásicos. Según
Sacristán de Lama, el yacimiento de Montealegre, podría ser la ciudad más
próxima y además sigue el trazado y dirección correcta hacia Pintia, y Rauda. Puede que esas XX millas recogidas en los manuscritos, no
sean las correctas, siendo, si fuese Montealegre Intercatia, XL las millas que transcurrirían desde Brigeco a Intercatia. Continuando desde Intercatia
hasta Tela, se cumplirían esas millas
hacia el valle del Pisuerga, donde encontramos el gran yacimiento vacceo de
Valoria, donde se encuentran materiales de época romana, lo que atestigua que
esta población no desaparecerá completamente. Desde aquí hasta el valle del
Esgueva, se podría continuar de una manera lógica por el norte hacia Clunia, con dos cruces, el primero hacia
Pintia y el segundo hacia Rauda. ( Sacristán 2011: 34)
Imagen de Revista vaccea
En
el trabajo de Solana Sainz,
sobre las redes viarias romanas en
Hispania, donde queda recogido en que
momentos fueron trazadas las diferentes vías nos indica claramente la situación
del territorio de los intercatienses:
Ya en época de conquista, se deja claro, cuando se llevan las incursiones sobre
el territorio vacceo ente los años 152 y 132 a. C. los cónsules y procónsules de la Hispania citerior intentan tomar la
meseta norte, y organizar a sus diversos pueblos. Publio Cornelio Escipion Emiliano, había franqueado el río Duero,
para alcanzar el territorio de los intercatienses,
con su centro en Montealegre y Pallantia,
es decir, la zona comprendida entre los ríos Carrión y Sequillo. Los actuales
montes Torozo y Tierra de Campos.
Imagen libro Solana
Después
de los trabajos arqueológicos realizados en Becilla de Valderaduey, la idea de
que su puente, daba tránsito a una calzada secundaria romana que pudiera
transcurrir paralela a la vía XXVII ha cambiado. Tradicionalmente se ha venido
diciendo que por esta zona, podría estar ubicada una calzada que fuera desde Brigeco hasta Lancia, hacia el centro del valle del Duero, confluyendo en la vía
XXVII, (Morillo y Rodríguez 2010: 19)
sin argumentos arqueológicos suficientes. Sin embargo, después de estudiar los
restos hallados, y ver como el valle del Valderaduey, es un paso natural desde
época prerromana, podríamos plantear que el trazado más plausible desde Brigeco, hacia Valderas, vendría por
este valle, para llegar a Becilla, donde cruzaría el río Valderaduey, en el
vado junto a la actual población. Más adelante la vía romana seguiría hacia el
suroeste, buscando la siguiente mansio,
que sería Intercatia. Las XX millas
que separan Brigeco de Intercatia, por este tramo de vía
excavado, llevarían a un teso elevado, situado en la ribera del Valderaduey,
donde se encuentran números hallazgos arqueológicos de época celtibérica y
romana. (Morillo y Rodríguez 2010: 95)
Consideraciones finales:
A
falta de nuevas intervenciones arqueológicas, en los yacimientos que parecen
tener más posibilidades, de albergar la ciudad de Intercatia, solo podemos tratar de teorizar sobre algunos aspectos,
como puede ser el entorno geográfico, que nos lleva a situar este enclave, en
algún lugar de Tierra de Campos o de los Montes Torozo. Puesto que tras la
derrota sufrida en Cauca por las
tropas romanas, es lícito escapar hacia donde más población, y asentamientos
del mundo vacceo existan, es decir, hacia
el norte de la cuenca del Duero, donde los poblados se instalaron junto a los
principales corredores fluviales, 9 asentamientos junto al Duero, 15 en el
sistema Pisuerga, Arlanzón, Carrión, y 8 en el Esla-Cea, lo que suma el 50% del
total (Sacristán 2011:188) Quizás, la pericia de los exploradores romanos, que
tienen como una de sus normas, controlar todos los ejes fluviales, hará que los
perseguidos, busquen sitios más alejados o protegidos de estas vías de
comunicación.
Es
necesario, poner nuestra máxima atención en los argumentos presentados por
Jorge Santiago Pardo, para explicar el proceso de celtiberización de la zona de
Aguilar de campos. Analizando los yacimientos arqueológicos de tipo Soto o
Hierro I, y los yacimientos celtibéricos o Hierro II, se ha podido constatar
que los diez enclaves celtibéricos, para la zona que él analiza, formarían una
extensión de unas 135 hectáreas, sin embargo,
cuantificando los diversos poblados del tipo Soto, para este mismo
área, llegarían a triplicar esta
extensión. (Santiago 2002: 59) ¿Cómo se realizó este paso tan drástico? ¿Quizás
no sean las mismas gentes quienes habiten a lo largo de la edad del hierro la
misma zona?
Se
muestra partidario en admitir que la celtiberización, fue en esencia un movimiento
migratorio, protagonizado por gentes de la Celtiberia, donde las gentes
bautizadas, como de la cultura del Soto, coexistieron con los nuevos pobladores
procedentes de la Celtiberia. No se darán unas relaciones de igualdad, puesto
que serán los celtiberos, quienes tengan mejor bagaje instrumental. Por lo
tanto la cultura del Soto, no se diluye, si no que sobrevive a la
celtiberización. (Santiago 2002:62-63)
Ciertamente,
los enclaves para lo que tradicionalmente se ha venido a inscribir en el Hierro
II, en esta zona, presentan cierto
encastillamiento, y continuarán haciéndolo hacía el occidente. Esa superioridad
visual para estos enclaves, puede estar motivada para el control, no solo
territorial, sino también de aquellas gentes del Soto.
Todo
esto nos lleva a una nueva hipótesis, quizás no fuera una ciudad celtiberizada
la que ataca Apiano, sino una ciudad, o poblado, que estaría adscrita a la
cultura del Soto, puesto que pudieran ser estos los verdaderos Vacceos, y no
los celtiberos que habrían llegado en sus momentos de expansión política,
llamados por Jorge Santiago Pardo, Vacceos de adopción (Santiago 2002: 64-65).
Además, aquí podría verse reflejado, lo que dicen las fuentes clásicas, sobre
la pobreza de estas gentes en metales después del asedio de este pueblo y su
grado de primitivismo, más acorde al mundo del Soto, que a la Celtiberia.
Factor
fundamental, para entender el control del espacio y poder así establecer, un
mapa más correcto de la ubicación de los diferentes yacimientos mencionados, es
el uso de los Sistemas de Información Geográfica, puesto que nos va a poder
clarificar, distancias, controles visuales, y referencias arqueológicas
objetivas, como restos de vías romanas, y asentamientos del hierro excavados o
inventariados. Y poder así entender la problemática en las millas romanas o
distancias propuestas por los distintos itinerarios. Fundamental es en nuestro
estudio la contribución de las nuevas tecnologías como se está aplicando en
Paredes de Nava, con las diferentes prospecciones geomagnéticas, demostrando
las dimensiones de La ciudad, con casi 35 hac., siendo uno de los oppida más grandes del territorio
vacceo. Además de su entramado de calles,
puertas principales de acceso y su complejo sistema defensivo.
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HERNANDEZ GUERRA. Consideraciones
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Barja de Quiroga, Vol. 2 (2010)
JOSE MARÍA SOLANA SÁINZ . La red viaria romana en
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RODRIGUEZ. "La
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a la arqueología vaccea: Jornadas Científicas
conmemorativas del 50 aniversario de la publicación de La Región
Vaccea / coord. por Fernando Romero
Carnicero, Carlos Sanz Mínguez,
(2010).